Sin la palabra, ¿existe el sentimiento?
La totalidad de la vidaLa misma palabra envidia es su propia condena. Cuando uno dice: “Soy envidioso”, está la sensación de querer eliminarlo. De manera que uno debe estar libre de la influencia de la palabra observar. Eso requiere enorme atención, enorme observación, darse cuenta, no escapar, sino ver que la palabra ‘envidia’ ha creado un sentimiento, porque sin la palabra, ¿existe el sentimiento? Sin la palabra, en consecuencia, sin la intervención del pensamiento, ¿existe, entonces, la envidia?
La palabra crea el sentimiento, porque la palabra está asociada al sentimiento, dicta el sentimiento. ¿Puede uno observar sin la palabra?